María Santísima de la Esperanza volvió a mostrarse cercana a sus devotos en el tradicional besamanos celebrado en Málaga, una cita marcada por la intimidad, la oración y el recogimiento. La dolorosa perchelera, centro de la devoción popular, recibió a fieles y hermanos que acudieron a encontrarse con su mirada serena y maternal.
El cuidado exorno y la disposición de la imagen realzaron la belleza y la unción del acto, convirtiendo cada instante en una expresión sincera de fe y tradición. Un besamanos que, un año más, reafirma el profundo vínculo entre la Virgen de la Esperanza y el pueblo malagueño.
Fotografías: Marcos Moreno.
