La Hermandad del Rocío de Aznalcázar ha manifestado públicamente su profunda indignación y malestar ante el lamentable estado en el que se encuentra el templete del Vado de Quema, uno de los enclaves más emblemáticos, sagrados y cargados de simbolismo del camino hacia la aldea del Rocío.
Según ha denunciado la corporación rociera a través de sus redes sociales, la imagen de la Virgen del Rocío ha aparecido manchada de barro, acompañada de otros desperfectos que suponen un serio atentado contra la dignidad del monumento y los sentimientos de devoción de los rocieros. Entre los daños observados se encuentran numerosos cirios derretidos sin retirar, una circunstancia que incrementa la sensación de abandono y falta de respeto hacia este espacio tan significativo.
El Vado de Quema no es únicamente un punto de paso en el itinerario rociero, sino un lugar profundamente arraigado en la historia, la fe y la emoción del pueblo de Aznalcázar y de todos los devotos de la Virgen. Cada año, este enclave se convierte en escenario de algunos de los momentos más intensos y recordados del camino hacia las plantas de la Blanca Paloma, lo que ha provocado una mayor consternación y rechazo ante los hechos denunciados.
Llamamiento al civismo y al respeto por un patrimonio común
Desde la Hermandad se lamentan con firmeza estos actos incívicos, denunciando la falta de respeto hacia un enclave que forma parte del patrimonio religioso, cultural y sentimental de la localidad. En este sentido, la corporación ha realizado un llamamiento expreso al civismo y a la responsabilidad individual y colectiva, recordando que el cuidado de estos espacios no puede recaer únicamente en las instituciones, sino que constituye un deber moral de todos aquellos que transitan por ellos y se sienten partícipes de la devoción rociera.
Asimismo, se ha anunciado que se actuará con la mayor celeridad posible para devolver el templete a las condiciones dignas que merece, acometiendo las labores necesarias de limpieza y recuperación del monumento. No obstante, la Hermandad insiste en que estas actuaciones deben ir acompañadas de una mayor concienciación social para evitar que situaciones similares vuelvan a repetirse.
Un monumento clave para la fe rociera en Aznalcázar
El templete del Vado de Quema fue bendecido el 28 de abril de 1991, fruto de una iniciativa impulsada por quien fuera presidente de la Hermandad, Isidoro Cabello López, y cuya autoría corresponde a Ignacio Mora, insigne cofrade de Aznalcázar. Mora fue también el autor de la imagen de la Virgen de la Hermandad, así como de la réplica que preside el Simpecado.
Lamentablemente, no es la primera vez que este enclave sufre atentados contra su integridad. Ya en 1993, poco después del fallecimiento de Ignacio Mora, la imagen fue objeto de un ataque que tuvo que ser reparado por su hermano, Francisco Mora. Más recientemente, en diciembre de 2023, la imagen volvió a aparecer manchada, en aquella ocasión con pintura azul, unos hechos que fueron subsanados poco después.
Estos episodios vuelven a poner de manifiesto la necesidad de proteger y respetar un monumento que no solo representa un símbolo del camino rociero, sino también un testimonio vivo de la fe y la historia de Aznalcázar.

