La Sagrada Imagen de María Santísima de la Esperanza Macarena ha sido repuesta al culto una vez culminado el proceso de restauración a cargo de Pedro Manzano Beltrán.
La Virgen de la Esperanza se ha presentado en todo su esplendor artístico y estético, y en un estado de conservación óptimo que permitirá seguir disfrutando de su deslumbrante presencia en el futuro.
Esta intervención ha permitido resolver satisfactoriamente los problemas que presentaba la Sagrada Imagen a nivel estructural.
En cuanto a la intervención sobre las zonas visibles de la Sagrada Imagen, se han tenido en cuenta dos criterios adicionales a los habituales en este tipo de intervenciones: el de la restauración y el de la restitución postraumática. El primero de ellos se ha llevado a cabo en la recuperación de la línea parpedral, la eliminación de la pasta de madera, la reposición de pestañas más adecuadas al rostro, la eliminación de los añadidos de color en las intervenciones de junio, en la eliminación de intervenciones de superposición de barnices y de color llevadas a cabo en las últimas décadas en perjuicio de la policromía original. En el segundo, afortunadamente no ha requerido de la reconstrucción de la línea de
párpados ni de ningún elemento significativo de la Imagen y de su policromía, pues estaban en buen estado al retirarse los añadidos recientes.
Por otro lado, la policromía y su envejecimiento natural se ha podido recuperar en la totalidad, reintegrándose conforme a la metodología de la conservación y restauración en aquellas lagunas que lo han precisado. En algunas pérdidas de la policromía en el tiempo y otras fruto de las últimas intervenciones, como el color de los párpados, se ha procedido a su reintegración siguiendo los restos del color presente en los mismos.
Respecto a la mancha histórica del rostro en la mejilla izquierda de la Sagrada Imagen, se ha subsanado actuando sobre la base del problema, que era el soporte de madera y la unión de dos piezas. Al considerarse esta anomalía ya como parte de la historia material de la Sagrada Imagen, tras la subsanación del soporte y la reintegración obligada de color, se ha matizado para que se perpetúe su presencia aunque muy sutilmente.
El resto de surcos de lágrimas y la presencia de otras anomalías históricas se mantienen muy matizadas, favoreciendo la unidad formal en el aprecio de la Santísima Virgen. Las lágrimas de la Virgen, tras su limpieza, se presentan libres de los restos habituales de adhesivos, empleados para subsanar pequeños desperfectos ocasionados por el uso.
Las pestañas de la Virgen se han realizado siguiendo los modelos contrastados con imágenes fotográficas a lo largo de las últimas décadas, favoreciendo también la unidad formal de la Sagrada Imagen.
Sobre las manos, se ha procedido de similar manera que en el rostro de la Santísima Virgen, eliminándose la reintegración de junio de 2025 y la recreación de la huella devocional. Posteriormente, se ha e integrado el color siguiendo la policromía original. Esta huella devocional se recuperará fácilmente con la exposición de la Santísima Virgen en los besamanos
Fuente: Hermandad de la Esperanza Macarena
Fotografía Emilio Sáenz

