La Basílica de la Macarena ha acogido la bendición de la campana para la nueva Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza en el barrio de Maliko (Bangassou, República Centroafricana), cuya construcción ha sidofinanciada por la Hermandad de la Macarena.
La campana que rematará la torre del nuevo templo, también donada por la corporación macarena, se ha estragado a monseñor Juan José Aguirre Muñoz, titular de esa diócesis centroafricana, quien asegura que “es un símbolo de las manos de la Macarena que se va al corazón del continente africano”. “Allí, la Hermandad nos ha construido una capilla durante varios años, preciosa y ya terminada, para alabar al Señor y protegernos bajo el manto de la Virgen de la Esperanza Macarena”, ha indicado monseñor Aguirre, quien ha explicado que la campana “va a cambiar nuestras costumbres ya que sonará a cinco o seis kilómetros de distancia, ya que allí no hay contaminación acústica y llegará hasta las profundidades de la selva; y como en África no usamos reloj, avisará de que la comunidad está preparada para ir a misa”.
La Hermandad, por su parte, ha reconocido que es “una enorme alegría hacer entrega de esta campana que, cada vez que repique, llevará hasta el centro de África ecos de nuestra Esperanza para todos los cristianos de aquella querida comunidad. Igual que la veleta de nuestra basílica dice “Aquí está la Esperanza”, así lo dirá a los cuatro vientos esta campana en Bangassou”.
En la ceremonia de bendición y entrega, además de la Junta de Gobierno de la corporación macarena y el director espiritual de la misma, ha participado el Obispo Auxiliar de Sevilla, Teodoro León, el presidente del Parlamento de Andalucía, Jesús Aguirre, el delegado del Gobierno de la Junta de Andalucía en Sevilla, Ricardo Sánchez, y el presidente de la Fundación Bangassou, Migue Aguirre.
Cabe recordar que la Iglesia de Nuestra Señora de la Esperanza, recientemente bendecida, ha sido financiada íntegramente por la Hermandad de la Macarena en colaboración con la Fundación Bangassou; un templo que permitirá a los cristianos que viven en el barrio de Maliko asistir a misa ya que antes debían desplazarse todos los días varios kilómetros a pie para poder hacerlo. La aportación de la Hermandad, a través del área de cooperación internacional de su Asistencia Social, ha sido crucial no sólo en este proyecto sino en otros anteriores que están beneficiando a la población de esta zona de la República Centroafricana, con una extensión igual a la de Andalucía y sin ningún kilómetro asfaltado, tampoco luz eléctrica ni teléfono, y una población estimada de 450.000 habitantes.
Fuente y Fotografías: Hermandad de la Esperanza Macarena