13 de Mayo: Día de la Virgen de Fátima, Luz de Esperanza para el Mundo

Un 13 de mayo como hoy, en el año 1917, el cielo se abrió sobre Cova da Iria, en Fátima, Portugal, para marcar uno de los acontecimientos marianos más trascendentales del siglo XX. La Virgen María se apareció por primera vez a tres humildes pastorcitos: Lucía, Francisco y Jacinta, llevando un mensaje de conversión, oración y esperanza que resonaría con fuerza en los corazones de millones de fieles en todo el mundo.

La Señora vestida de blanco, más brillante que el sol, se presentó como la Madre de Dios y pidió a los niños que rezaran el Rosario todos los días por la paz del mundo y por la conversión de los pecadores. Esta aparición fue la primera de una serie que se prolongó hasta octubre de ese mismo año, culminando con el conocido “Milagro del Sol”, presenciado por más de 70.000 personas.

El mensaje de Fátima no ha perdido vigencia. En tiempos marcados por la incertidumbre, la guerra y la pérdida de fe, la Virgen nos sigue invitando a volver el corazón a Dios, a vivir con espíritu de penitencia y a confiar en la fuerza transformadora del Rosario. Su promesa de que “al final, mi Inmaculado Corazón triunfará” es faro para quienes caminan entre sombras.

Hoy, 13 de mayo, la Iglesia celebra con solemnidad la memoria de Nuestra Señora de Fátima. En miles de santuarios, parroquias y hogares del mundo entero se eleva la oración del pueblo creyente, que se encomienda una vez más a la protección maternal de María. Ella, como en Fátima, sigue mostrándonos el camino seguro hacia su Hijo, el único que puede traer la paz verdadera al corazón del hombre.

Que este día sea una oportunidad para renovar nuestra consagración al Inmaculado Corazón de María y para responder, como los pastorcitos, con sencillez y fidelidad al llamado del Cielo.