Durante el reciente Congreso de Hermandades y Piedad Popular celebrado en Sevilla, los Besamanos y Besapiés han sido momentos de especial relevancia espiritual. Numerosas imágenes sagradas, en su mayoría titulares de hermandades sevillanas, se presentaron para el culto cercano de los fieles, ofreciendo un espacio de recogimiento y devoción personal.
Estos actos han permitido a miles de devotos acercarse físicamente a las imágenes, tocar el rostro de su fe y renovar sus promesas en un gesto íntimo y solemne. Más allá de la belleza artística de las imágenes, lo vivido en cada templo ha sido un testimonio de fe colectiva, pero también individual, reforzando el vínculo entre los fieles y sus advocaciones.
El ambiente de recogimiento que se ha respirado en cada Besamano y Besapiés ha reflejado la esencia de la religiosidad popular: una fe cercana, sencilla y profundamente humana. Estos actos no solo han sido una extensión del mensaje evangelizador del Congreso, sino también una expresión tangible de cómo las hermandades conectan con el corazón del pueblo.
Sevilla, con su tradición y devoción inigualables, ha sabido, una vez más, convertir sus iglesias en centros vivos de fe y esperanza, recordándonos el poder transformador de estos gestos de amor y veneración.
